Restaurando el cristianismo original—¡para hoy!
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Mayo 16, 2023
Queridos hermanos,
A medida que nos acercamos a la Fiesta de Pentecostés, parece que USA, como nunca antes, está bajo asedio—invasiones de inmigrantes ilegales, violencia y asesinatos, tiroteos masivos, robo generalizado, abuso de drogas en espiral, promiscuidad sexual desenfrenada, enfermedades de todo tipo, y el gobierno ilegal—desde lo local a lo nacional. Sin embargo, nadie sabe por qué nos enfrentamos a todas estas crisis. Y nadie sabe la solución a estos problemas masivos.
Ahora que Satanás está fuera de su closet, la perversión sexual está aumentando rápidamente, incluida la sexualización de los niños. ¡Sorprendentemente, las Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud ahora están promoviendo la legalización de la perversión sexual de adultos con niños! ¡Quieren que el mundo entero sea como Sodoma y Gomorra! ¡Y esto traerá la ira de Dios como nada más puede hacerlo!
Incluso el “cristianismo” mundano se da cuenta de que la raíz del mal es el pecado; sin embargo, la mayoría de las personas no entienden la causa y el efecto. Y debido a que los profesores protestantes claman que las leyes de Dios han sido abolidas y que todo el Antiguo Testamento se ha cumplido, ignoran las leyes de Dios que tratan con la perversión sexual como se encuentra en Levítico 18 y 20. Sin embargo, varias perversiones sexuales se enseñan abiertamente en muchas escuelas primarias, comenzando en el jardín infantil.
¿Cómo pasó esto? La respuesta es, han olvidado a Dios. ¡No saben lo que es el pecado! Dado que las escuelas e iglesias de USA han desechado las leyes de Dios, nuestros pueblos no comprenden que el pecado es la transgresión de las leyes y los mandamientos de Dios—ilegalidad. Además, los castigos por el pecado son múltiples maldiciones y problemas—tan automáticos como desafiar la ley de la gravedad. Dios no será burlado—por ningún grupo o nación, ni por nadie. Necesitamos entender que Dios tiene el control total de todo.
Isaías profetizó acerca del estado de la nación (y del mundo) hoy: “Oigan, Oh cielos, y da oído, Oh tierra; porque el SEÑOR ha hablado, “He levantado y criado hijos, pero se han rebelado contra Mí. El buey conoce a su dueño, y el burro el pesebre de su señor; pero Israel no Me conoce; Mi pueblo no entiende.” Ah, nación pecadora, un pueblo cargado con iniquidad, una semilla de malhechores, ¡hijos que lidian corruptamente! Han abandonado al SEÑOR; han provocado al Santo de Israel a ira; han marchado hacia atrás.
“¿Por qué deberían ser golpeados más? Ustedes se rebelarán más y más; la cabeza entera está enferma, y el corazón entero desmaya. Desde la planta del pie incluso hasta la coronilla no hay solidez en ello; solo heridas y moretones y llagas putrefactas; no han sido cerradas, ni vendadas, ni calmadas con ungüento.
“Su país es una desolación, sus ciudades están quemadas con fuego. Extraños devoran su tierra justo en su misma presencia, y es desperdiciada, como derrocada por extraños. Y la hija de Zión es dejada como una cabina en un viñedo, como una choza en un jardín de pepinos, como una ciudad sitiada. Salvo que el SEÑOR de los ejércitos nos hubiera dejado un remanente muy pequeño [las iglesias de Dios], habríamos sido como Sodoma; habríamos llegado a ser como Gomorra. Oigan la Palabra del SEÑOR, gobernadores de Sodoma; den oído a la ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra” (Isaías 1:2-10).
Sin embargo, ¿cuántos escucharán?
Dios explica más a través de Oseas, mostrando que cuando la gente se olvida de Dios, en realidad están peleando contra Él. Dios lo llama controversia. Fíjense cómo esto describe con precisión lo que está sucediendo hoy: “Oigan la Palabra del SEÑOR, hijos de Israel, porque el SEÑOR tiene una controversia con los habitantes de la tierra, “No hay verdad, ni misericordia, ni conocimiento de Dios en la tierra. Jurando, y mintiendo, y matando, y robando, y cometiendo adulterio ellos se escapan; y sangre toca sangre.
“Por tanto la tierra llorará, y todo el que vive en ella languidecerá, con las bestias del campo y con las aves de los cielos. Sí, el pez del mar también será llevado. Aun así, ningún hombre luche, ni repruebe a otro, porque su gente es como aquellos que luchan con el sacerdote. Y tropezarán en el día, y el profeta también tropezará con ustedes en la noche, y Yo destruiré a su madre.
“Mi pueblo está destruido por carencia de conocimiento. Porque han rechazado el conocimiento, Yo también los rechazaré de ser como un sacerdote para Mí. Ya que han olvidado la ley de su Dios, Yo también Me olvidaré de sus hijos” (Oseas 4:1-6).
¡Luego aparece Satanás y sexualiza a los niños a la edad más temprana! Continuando:
“Como fueron incrementados, así pecaron contra Mí. Yo cambiaré su gloria en vergüenza. Ellos comen el pecado de Mi pueblo, y colocan su corazón en su iniquidad. Y ha llegado a ser, como pueblo, como sacerdote; y los castigaré por sus caminos, y los recompensaré por sus hechos, porque ellos comerán y no tendrán suficiente. Cometerán prostitución [y abortos] y no se incrementarán porque han parado de prestar atención al SEÑOR. Prostitución y vino y vino nuevo apartan el corazón. Mi pueblo busca consejo de sus ídolos de madera, y sus varas les declaran a ellos, porque el espíritu de prostitución les ha hecho extraviarse, y ellos se han ido de debajo de su Dios fornicando.… ¿No castigaré a sus hijas cuando cometan prostitución, o a sus esposas cuando cometan adulterio? Incluso los hombres mismos se van a un lado con prostitutas, y sacrifican con prostitutas del templo. La gente que no entiende caerá” (versículos 7-12, 14).
Dios está juzgando activamente a todas las naciones en todo momento: En el libro de Jeremías, encontramos que Dios deja en claro cómo trata con cualquier nación en cualquier momento. Y este principio es cierto ya sea que una nación en particular tenga conocimiento de la Ley de Dios o no: “La Palabra del SEÑOR que vino a Jeremías, diciendo, “Levántate y baja a la casa del alfarero, y allí haré que oigas Mis palabras.” Entonces bajé a la casa del alfarero, y, he aquí, él estaba trabajando en su rueda. Y la vasija que él hizo de arcilla estaba arruinada en la mano del alfarero, entonces él la hizo de nuevo en otra vasija, como le pareció bueno al alfarero hacerla.
“Entonces la Palabra del SEÑOR vino a mí, diciendo, “Oh casa de Israel, ¿No puedo hacer con ustedes incluso como este alfarero?” dice el SEÑOR, “He aquí, como la arcilla está en las manos del alfarero, así están ustedes en Mi mano, Oh casa de Israel. Si en cualquier momento Yo hablare concerniente a una nación, y concerniente a un reino, para arrancarlo y para derribarlo, y para destruirlo; SI esa nación, contra la cual he hablado, se volviera de su maldad, Yo me arrepentiré del mal que pensé hacerles.
“Y si en cualquier momento Yo hablare concerniente a una nación, y concerniente a un reino, para construirlo y para plantarlo; SI esa nación hace mal a Mi vista, y no obedece Mi voz, entonces Me arrepentiré del bien con el cual dije que les haría bien.”
““Entonces por tanto, habla a los hombres de Judá, y a la gente de Jerusalén, diciendo, ‘Así dice el SEÑOR, “He aquí, Yo estoy formando mal contra ustedes, y elaborando un plan contra ustedes. Vuélvanse ahora, cada uno de su mal camino, y hagan sus caminos y sus obras buenas.” ’ ”” (Jeremías 18:1-11).
Es por eso que USA está bajo la mano dura del juicio de Dios en este momento, debido a todos nuestros horribles pecados e ilegalidad. Hoy en día, el pecado más horrible es el ABORTO: ¡EL ASESINATO DE 62 MILLONES DE INOCENTES NO NACIDOS! Tal como Dios lo ve, toda la nación es culpable de derramar la sangre más inocente—¡el ser humano recién creado por Dios en el vientre de su madre, en su mayoría el primogénito! Desde el punto de vista de Dios, es por eso que tenemos una crisis de inmigración. Debería ser evidente que por cada bebé no nacido asesinado, Dios envía un inmigrante ilegal—como castigo a la nación—¡con más de 12 millones ahora solo en los últimos dos años! E imagine cuál será el castigo por la sexualización de nuestros hijos—¡una de las cosas más malvadas posibles!
Deuteronomio 28 describe muchas de las maldiciones que vendrán sobre nuestro pueblo a causa de nuestros pecados—e incluye las compuertas abiertas de par en par de la inmigración ilegal. Ahora, al ser reubicados por toda la tierra, estos ilegales derribarán a la nación desde adentro: “El extraño viviendo entre ustedes se levantará por encima de ustedes muy alto, y ustedes bajarán muy bajo. Él les prestará, y ustedes no le prestarán. Él será la cabeza, y ustedes serán la cola. Y todas estas maldiciones vendrán sobre ustedes, y los perseguirán y alcanzarán, hasta que sean destruidos porque no obedecieron la voz del SEÑOR su Dios para guardar Sus mandamientos y Sus estatutos los cuales Él les ordenó. Y estarán [las bendiciones y las maldiciones] sobre ustedes por señal y por maravilla, y sobre su semilla [las 12 tribus/naciones de Israel] para siempre. Porque no sirvieron al SEÑOR su Dios con alegría y con regocijo de corazón por la abundancia de todas las cosas” (Deuteronomio 28:43-47).
Infortunadamente, muchos estadounidenses son como el Israel antiguo. ¡Rechazan arrepentirse! Jeremías escribe sobre su reacción a la profecía de Dios contra ellos: “Y ellos dijeron, “No hay esperanza; sino caminaremos tras nuestros propios caminos, y haremos cada uno de acuerdo a la terquedad de su corazón impío”” (Jeremías 18:12). Es lo mismo hoy. A menos que el pueblo de USA se arrepienta, la mano dura de corrección de Dios continuará, ¡y se intensificará enormemente!
Nuevamente, hermanos, aunque el estado de la nación es muy precario, todos debemos tener la esperanza de que Dios nos ha llamado a estar en Su reino. Él nos ha dado Su Espíritu Santo—las arras de vida eterna. ¡Cuando Cristo regrese, se nos dará la tarea de servir bajo Jesús para establecer el camino de vida de Dios en todo el mundo!
Les agradecemos por su amor y fe al servir a Dios el Padre y a Jesucristo. Oramos por ustedes diariamente—por su protección, por su sanidad—que las bendiciones de Dios puedan estar sobre ustedes en toda manera. Les agradecemos por tus diezmos y ofrendas, usados para servir a los hermanos y predicar el Evangelio—la VERDAD DE DIOS AL MUNDO.
Con amor en Cristo Jesús,
Fred R. Coulter
FRC